diciembre 07, 2007

EPAPELES DEL BIENVENIDO/ ALBERTO ALARCÒN

EPAPELES DEL BIENVENIDO

Poemas


ALBERTO ALARCÒN *



Sobre las puertas de la casa, Bienvenido dibujaba calaveras
A.A.


He who was living is now dead
We who were living are now dying
With a little patience

T.S. Eliot


Este poemario lo dedico a mi hermano Bienvenido; a mis padres, Juan Manuel y Genara; a mis hermanas, a mis sobrinos, a mis hijos, y a mis nietos Sebastián y Leandro.

Alberto Alarcón




Habitúe de tulpa sin palomas
o greyes de almidón miro a la nada
vasos baldíos plumeros desolada
mujer y clowns de rojo en las maromas.

Esta sábana estrujo en que te engomas
oro de luna trineo sin manada
submarino umbelífero callada
figura aun la dejas o la tomas.

Erranzo por mí mismo mal gaviero
plinto a dios acompaño al aguacero
mudo de tanto ver a mi hermanito

tirado recostado moribundo.
Como ave pasa imago en un segundo
mudanza es mi esqueleto por su grito.




1.

ANTES del mar el viejo hotel
de madera
la mañana
mi traza
de gorrión maltratado a sotavento
y carabas
en la copa de mármol
ya rajado
mi prima y sus locuras de muchacha
ayer nomás
cuando morir quedaba
más allá de la raya azul del agua
en un trozo de luz que combatía
por hilachas de párpado o estrellas.


2.

DÁTILES de mi casa (fruta muerta)
un cura por las calles
pedaleando en su lenta bicicleta
el hotel como un árbol verdinegro
whisky
restos de lábaro
pitadas
pedro torres borracho entre mujeres
que sangraban del rostro y lo insultaban
mi madre lavandera
un candil zozobrando en los umbrales
una que otra alegría mal trajeada.






3.

AMENAZABAN con morir sobre sus túnicas
iban y venían desnudos
mordisqueando bananos
Multiplicábanse en círculos frigios
libaban entre espejos y botellas
hasta el alba
volvieron estéril un cuerpo pródigo
y embadurnaron con símbolos confusos
las paredes
aún atravesados por lanzas caminaban
aún muertos ardieron y cantaron
oh huéspedes
hormigas cainitas levantando
aleros de cartón contra la muerte.



4.

ERAN claros sus cuerpos
en el marrón del vino
las toallas sobre el cuello
sonrosado
y pecas que anunciaban
otro viento más arduo
otras ventanas
A veces un cigarro
de canícula cruda en las espaldas
mientras la muerte hería
a mi padre en los pozos del desierto
Muñecas
diz que ardieron muñecas en sus cuartos
idiomas en aceite que rodaron
como sombra con yemas por sus nalgas.


5.

VOY con mis colores y mi bolso de trapo
a cantar la canción de las palomas.
Estoy limpio.
La voz me sale limpia esta mañana.


6.

TE ocultabas
Pero el enmascarado
Surgía desde el fondo

Nadie en aquella oscuridad
Madre ni hermanos

Sólo la certidumbre
Del castigo
La cesta
Y el patíbulo.


7.

CASI no tenía cejas
sus párpados eran secos y colorados
una mañana lo vi desnudo
falos breves como moscas
deslumbradas
mi memoria
es glorieta de sangre
sus glúteos
una gárgola
ardiendo en el verano.



8.

TE fuiste, mariposa, ojalá el viento
enrede tu nombre de colores en un poste
de los miles de postes
que hay en la gran ciudad
Ojalá hasta que se haga flecos
como mi vida
como una cometa inservible
como un pájaro triste que se va.


9.

SANGRAS cogida de la mano del sol
y tu pelo entra en el pozo de la tarde
como la lengua sedienta
de un interminable resplandor.


10.

FUI la cal que volaba desprendida
de las mansas paredes de mi casa
¿Habrá polvo
una pizca del caballo
de metal
(mi regalo de la infancia)?
Vuela, vuela pampero
esconde mis tirantes en el cerro
rememórame viento de quinela
garabatea
la palabra lucero
mis vocales
y un tigre del color de la candela
vuela, vuela pampero
es noche
el aire se oscurece y me hago tarde.
11.

EN ALGÚN lugar forjaste
esas manos de lanza que apartaban
tu embriaguez del fulgor de las ventanas
un malvado alacrán
y cucarachas
te llenaron el aire de presagios
afuera
desfilaban tijeretas
(mal agüero)
era octubre a pesar de los cendales
y el pobre lamparín sobre la mesa
Borrábanse
los últimos relámpagos de padre.

12.

OTRA vez el faro
y el perro que orinaba
los claveles
ella
pinta mi rostro en cada puerta
me peina
me abandona en los espejos
es invierno (mañana no habrá estrellas)
otra vez el tañer de las campanas
mi pobre corazón
el mar de fiesta.









13.

NO sé si el barquito aquel naufragó
o se fue aguas arriba
lo hicimos Bienvenido y yo
con palillo papel y pitas viejas
yo tenía seis años todavía
(pirata con mi parche de franela)
Bienvenido era grande y sonreía
se fue haciendo pequeño a la distancia
de ausencia nada más
de aire
de arena.






14.

LO MIRABA escudriñar la lejanía.

Sobraban las palabras. El oleaje
Del mar iba ascendiendo hasta tocar la noche
Y entrar en su espesura.

Lo estoy oyendo llamar ante una puerta

Veo abrirse la puerta y derramarse
Como un extremo de agua la luz de sus preguntas.







15.

UNO de los dos viejos cantaba
El otro pulsaba la guitarra
Y el muchacho – el tercero-
Bebía nada más. Mamá Genara
Entraba a la cocina por el fuego
Y yo con las gaviotas
Pintábamos la tarde en un cuaderno
La tarde y el amor. Eso creía
Que era el amor: gaviotas
Dos viejos un muchacho una guitarra
Y una madre alumbrada por el fuego.


*Alberto Alarcòn. Nació en Talara, Piura, 1949. Ha publicado El viento en los cerrojos (Piura, 1972), Vestiduras del fuego (Trujillo, 1975), Detrás del paraíso (Piura, 1980). Poesía amorosa (Lluvia Editores, Lima, 1991), Los otros, panorama de la poesía piurana (Piura, 1986)


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